qué se debe tener en cuenta para evitar conflictos legales

En Argentina, miles de personas escriben a mano sus últimas voluntades sin conocer los riesgos legales que esto implica. El reciente caso de la escritora Beatriz Sarlo, que redactó un documento dejando su departamento al portero de su edificio, volvió a poner el tema en agenda: un testamento que no cumple con todas las formalidades puede derivar en largas disputas judiciales entre familiares y terceros interesados.
Qué dice la ley sobre los testamentos
El Código Civil y Comercial define al testamento como «un acto jurídico unilateral, solemne, personalísimo, escrito y revocable, por el cual una persona capaz dispone de todo o parte de sus bienes para después de su muerte». Además, puede incluir disposiciones extrapatrimoniales, como el reconocimiento de un hijo o instrucciones sobre el sepelio.
En la Argentina solo existen dos formas legales de testar: el ológrafo (escrito de puño y letra por el testador) y el otorgado por acto público (ante escribano y dos testigos). Otras modalidades previstas en el antiguo Código velezano, como el cerrado o el militar, quedaron derogadas.
El testamento ológrafo: simple pero riesgoso
El testamento ológrafo está regulado en el artículo 2477 del Código Civil y Comercial. Debe estar escrito íntegramente a mano por el testador, fechado y firmado. No requiere escribano ni trámites formales, lo que lo vuelve accesible.
Sin embargo, esa aparente simplicidad puede transformarse en un problema. Para que sea válido, debe:
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Estar escrito íntegramente por el testador.
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Contener fecha cierta.
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Ser firmado después de las disposiciones.
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Expresar una voluntad clara y sin ambigüedades.
Si falta alguno de estos requisitos, el testamento puede declararse inválido. La jurisprudencia ha establecido que cualquier ambigüedad en el lenguaje abre la puerta a la judicialización.
El caso Beatriz Sarlo: ¿encargo o disposición patrimonial?
El documento atribuido a Sarlo generó debate porque contenía la expresión «queda a cargo» respecto de su departamento y mascota. Desde el punto de vista legal, esa frase no necesariamente implica una transferencia de propiedad.
Un escribano utiliza términos técnicos como «lego» o «instituyo heredero», que evitan interpretaciones contradictorias. En este caso, la redacción deja dudas sobre si hubo intención de transmitir bienes o simplemente de encomendar una tarea personal.
Además, factores como la relación entre testador y beneficiario, las condiciones emocionales o posibles presiones externas pueden ser relevantes en un eventual litigio. Los jueces suelen requerir pericias caligráficas y psicológicas para analizar la validez del testamento.
Ventajas del testamento ante escribano
El Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires insiste en que el testamento otorgado por acto público brinda mayor seguridad jurídica. Este se realiza mediante escritura pública, con la presencia de un escribano y dos testigos.
Sus principales beneficios son:
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Identificación fehaciente del testador.
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Redacción con términos jurídicamente correctos.
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Verificación de la lucidez y discernimiento del otorgante.
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Conservación en protocolos notariales, evitando extravíos o destrucción.
Aunque más formal, este tipo de testamento puede ser revocado o modificado en cualquier momento.
Qué resuelve la Justicia en casos de disputa
Cuando se cuestiona un testamento escrito a mano, los jueces deben analizar el contenido literal, el contexto y la relación entre las partes. También verifican si se cumplieron las exigencias legales.
Si el texto no contiene expresiones claras de transmisión patrimonial, como «lego» o «dono», puede perder validez y considerarse solo una manifestación de deseos.
Testamentos en consulados extranjeros: un caso reciente
Un fallo de la Cámara Nacional en lo Civil (Sala A) confirmó la invalidez de un testamento otorgado en 2012 por un ciudadano español en el Consulado de España en Buenos Aires. El tribunal sostuvo que todo testamento hecho en territorio argentino debe ajustarse a la legislación local, sin excepción.
El documento carecía de testigos, requisito esencial, y por eso fue considerado nulo. La sentencia recordó que la nacionalidad del testador o la intervención de un cónsul no modifican la regla del «locus regit actum«: el lugar donde se otorga el acto rige sus formalidades.
Conclusión: asesoramiento legal para evitar nulidades
El caso Sarlo y el fallo sobre testamentos consulares confirman que testar no es simplemente escribir una nota. Se trata de un acto jurídico con consecuencias patrimoniales de enorme peso.
Para evitar nulidades y conflictos sucesorios, la recomendación de los especialistas es contar siempre con asesoramiento notarial y legal. Solo así se asegura que la voluntad del testador se respete plenamente y sin dar lugar a litigios posteriores.
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